Años atrás, en el 2015, en el mismo conjunto residencial en Itagüí, donde fue asesinada Leidy Johana Herrera Acevedo, se presentó el feminicidio de Yuliet Guzmán Tobón, asesinada por su compañero sentimental, Anderson Torres Guzmán, quien después de provocarle varias heridas con arma cortopunzante, se tiró desde el quinto piso del edificio, y falleció minutos después.

Más recientemente, en el 2022, en el barrio San Isidro, se presentó el feminicidio de Maribel Pimienta, asesinada junto a su hijo, un menor de 17 años edad, mientras se movilizaban en una motocicleta. El victimario fue identificado como Jorge Alejandro Zapata García, quien después de cometer el doble asesinato, se disparó a sí mismo. El hombre permaneció veintitrés días en centro asistencial, y a su alta, fue detenido por funcionarios del CTI y la Policía Nacional.

Estos casos, son una cruel muestra de las violencias a las que día a día están expuestas las mujeres.

Lo sucedido en estos años en este sector, hace que nos preguntemos por los lugares seguros para las mujeres: ¿los hay? ¿Cuál es la responsabilidad del estado? ¿Cuál es la responsabilidad de la sociedad?